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Evangelos Marinakis pone al Nottingham Forest en zona Champions 44 años después

El litigioso empresario griego saca al club inglés de la ruina y lo coloca en el umbral del regreso al torneo que conquistó en 1979 y 1980

Liverpool FC v Nottingham Forest FC - Premier League
Diego Torres

El sueño de Evangelos Marinakis comenzó a cobrar forma este lunes por la noche en el nuevo estadio de White Hart Lane. Ahí, sobre la hierba, como un pelotón de hoplitas, a la griega, cubriéndose las espaldas unos a otros mientras aguantaban la lluvia de misiles, bajo las órdenes de Milenkovic y Murillo, sus imponentes centrales, resistieron formando dos líneas compactas Nico Domínguez, Dailo, Anderson y Gibbs-White; y más adelante Chris Wood, Elanga, Hudson-Odoi y Awoniyi. Les bastó con adelantarse en el marcador, como hicieron en 25 de los 33 partidos disputados en lo que va de liga, y meterse atrás a sufrir. Así, por una vía contracultural, anticuada pero fiel a su historia, se impusieron 1-2 y se incrustaron con 60 puntos entre los tres primeros clasificados de la Premier, por debajo de Arsenal (66) y Liverpool (79). Aprovechando la puntuación más pobre de los últimos años en la cabeza del campeonato inglés, el equipo que preside Marinakis está a punto de devolver al Nottingham Forest a la Copa de Europa 44 años después.

“No esperaba estar en esta situación, luchando por entrar en Champions a falta de cinco jornadas para el final de la temporada y a punto de jugar las semifinales de Copa”, dijo Nuno Espírito Santo, el entrenador, después del partido. “¿Cómo voy a esperar algo así, si la temporada pasada nos salvamos del descenso el último día en Burnley?”.

Hace un año el Forest sufrió para evitar perder la categoría después de que la Premier lo penalizara restándole cinco puntos por incumplir con las normas del juego limpio financiero. Acabó el campeonato colgado de la cornisa: en el puesto 17º. Por el camino, de la mano de Nuno, un entrenador que hace bandera del bloque bajo y que jamás se propuso seguir las corrientes del juego de ataque que pusieron de moda Guardiola y Klopp, el equipo definió un carácter y un modo de hacer las cosas que de una manera tal vez no buscada lo emparenta con Brian Clough. El mánager que hizo del Forest una leyenda también predicó en la escuela contrarian.

El equipo que se salvó con Nuno en 2024 fue el penúltimo eslabón de una genealogía de supervivientes. La travesía del desierto había sido larga. Tan interminable como la que más. Campeones de la Primera División en 1978, y campeones de la Copa de Europa en 1979 y 1980 sucesivamente, los hinchas del Forest asistieron a uno de los declives más estrepitosos de la historia del fútbol. En 1998, el descenso fue como un entierro. Hacía 19 años que se debatía entre la Segunda y la Tercera División cuando Evangelos Marinakis, Vangelis para sus amigos, visitó el City Stadium antes de decidirse a comprarlo. El campo, con 30.000 localidades, le pareció deprimente. Un recinto de provincias, comparado con el estadio Karaiskakis, el estadio recién renovado del Olympiakos del Pireo, el club que compró en 2010, el club de su ciudad, el puerto de Atenas, su puerto, el hogar de su padre, Militiadis, dueño de los mayores hornos de Grecia y fundador de la mayor flota mercante del país y una de las mayores del planeta, 98 barcos, patrimonio hereditario para su primogénito.

Morgan Gibbs-White, la figura del Forest, pugna por el balón con Pedro Porro, del Tottenham, este lunes.

Marinakis adquirió el Forest e hizo lo que antes había hecho su padre con él: poner a su primogénito, Miltos, de 23 años, al frente de la dirección deportiva de la nueva compañía. Sobrevino una tormenta de despidos, fichajes y más despidos. Directores deportivos, entrenadores y jugadores entraron en el remolino que fomentó un estilo de gestión personalista e indescifrable. Contra la ortodoxia de la escuela de negocios, cuando las cosas no funcionaron, el patriarca se presentó ante los futbolistas y les anunció que no estaban a la altura y serían finiquitados. El estilo confrontativo y temperamental del oligarca se resume en el tatuaje que gusta exhibir en su antebrazo: Dream Love Create Fight Survive Win. Sueña, Ama, Crea, Lucha, Sobrevive, Gana.

La fórmula le ha valido varios procesos judiciales en Grecia, en donde libra un duelo de descalificaciones públicas con el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis. Los fiscales lo han investigado por financiar el narcotráfico, sobornar y/o apalear árbitros, amañar partidos y amparar grupos criminales, entre otras causas que no han esclarecido su responsabilidad. Pero sazonada con diez millones netos de inversión en reforzar la plantilla, la doctrina del antebrazo le valió a Marinakis para devolver al equipo a la Premier en 2022 y comenzar a gastar a lo grande. Más que ningún recién ascendido en lo que va de siglo. Para empezar, en su curso de debut en el máximo nivel contrató 22 jugadores por 200 millones de euros y el órgano de control financiero de la competición le abrió una inspección. A Marinakis le trajeron sin cuidado las multas. En los últimos tres mercados estivales el gasto neto en fichajes del Forest ascendió a 260 millones de euros. Se colocó entre los 15 clubes que más invirtieron en Europa, por encima del Liverpool, la Juventus, el Madrid o el Barça.

“Ansiedad y nervios”

Marinakis, de 57 años, no ha explicado las decisiones que conforman su estrategia. Desconfía de las entrevistas independientes. Su entorno es hermético. El anonimato preside los testimonios de empleados del club cuando se trata del jefe. Nuno es el portavoz. El don de gentes del portugués contribuye a sumar adeptos a una base social encantada con el régimen de gastos indiscriminados del propietario.

“Este final de temporada nos genera ansiedad y nervios”, dice Nuno, visiblemente feliz por los resultados recogidos y exhausto ante la perspectiva de las cinco jornadas que le restan a la Premier, campo de batalla de una lucha por los puestos de Champions que no ha concluido. “Tenemos que vivir con la presión compitiendo como equipo, como hicimos contra el Tottenham, siendo dominantes cuando nos lo propusimos y ayudándonos todos en cada situación para cubrir los huecos y equilibrar al equipo cuando tuvimos que defender el resultado. Estamos en una lucha que nadie esperaba, yo incluido. Pero no estamos aquí para demostrarle a nadie nada. Abrazamos el desafío. Nos gusta competir. Lo disfrutamos. Ese es nuestro espíritu”.

Después de más de 40 años de soñar, amar, luchar y sobrevivir, al Nottingham Forest del explosivo Evangelos Marinakis le falta cada vez menos para decir que gana.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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