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Ciruelas asadas sin horno: un postre inmediato perfecto para el verano

El microondas te puede servir para “asar” rápidamente ciruelas y que queden tiernas y jugosas. Si las combinas con ‘labneh’, yogur o cualquier otro lácteo cremoso tienes un postre inmediato

Un jetapostre en toda regla

La fruta de hueso hace nuestras delicias en verano; dulce y ácida, jugosa, además de ser consumida de la forma más obvia —a bocados— se presta a muchas elaboraciones: cruda o a la parrilla en ensaladas, en tartas y bizcochos. Al horno es donde expresa lo mejor de sí: los azúcares se concentran, pero se mantiene el toque ácido, así que nunca se hace aburrida. Pero en verano también hace calor, y para la mayoría encender el horno es un deporte de riesgo: ¿hay una forma de poder disfrutar de unas ciruelas asadas sin morir en el intento? Aquí estamos para contártelo.

Métodos de cocción

He probado a hacerlas a la plancha, pero el resultado no es satisfactorio para el postre que quería realizar (aunque sí quedan bien acompañando, por ejemplo, carnes como pato, cerdo o pollo). He lavado y deshuesado otras seis ciruelas y las he repartido entre el microondas y un pequeño cazo con tapa. Los dos métodos han resultado ganadores, con pequeñas diferencias: te dejo que valores los pros y los contras. Las ciruelas del cazo quedan más concentradas y ligeramente caramelizadas; tardan un poco más en hacerse, hay que encender el fuego y el cazo puede quedar un poco pegajoso. En el microondas el asunto es rápido: en unos cinco a 10 minutos las ciruelas se deshacen y sueltan su jugo; el sabor es algo menos concentrado que en cazo.

Cómo acompañar las ciruelas

Para que el sabor de la fruta brille es necesario tener algo que haga de base: puede ser una masa -un bizcocho o unas galletas- o algo lácteo. En esta receta he usado labneh -sigue la receta de nuestra compañera Mònica Escudero, pero no le pongas sal-, pero podría ser yogur griego, mascarpone, crème fraîche, ricota o un queso fresco como el mató.

Tenemos la base, tenemos la fruta, es hora de añadir un poco de brilli brilli que nos alegre la vida. Tuesta unos frutos secos: unas nueces, unas avellanas picadas gruesas, unas almendras. Puedes hacerlo en una sartén a fuego suave, con cuidado porque se queman rápido, o en el microondas, en un platito con una hoja de papel de cocina. Dale golpes de unos segundos hasta que quede como te gusta: el tostado se notará en el sabor, no mucho en el color. Para terminar, un toque dulce: puedes incorporar el azúcar con la fruta, con el yogur -yo lo prefiero así- o añadir un poco de azúcar al final del todo. Yo pulvericé una rama de canela con una cucharada de azúcar en el molinillo, y añadí este azúcar especiado.

Tiempo: 20 minutos

Dificultad: Debes poder manejar una cuchara

Ingredientes

Para 4 personas

  • 8-10 ciruelas rojas
  • Labneh u otro lácteo al gusto (yogur griego, ricotta, mascarpone, queso fresco, matò)
  • Nueces u otros frutos secos
  • Canela en polvo
  • Azúcar

Instrucciones

1.

Lavar las ciruelas, cortarlas a la mitad y eliminar el hueso. Se pueden dejar así a medias o cortar en tropezones más pequeños. Ponerlas en un cazo donde quepan justas o en un recipiente que pueda ir al microondas: en ambos casos, se debe poder tapar.

2.

Si se usa un cazo, poner al fuego bajo y dejar que las ciruelas se estofen. Tardarán unos 15-20 minutos. El proceso al principio es muy lento, pero una vez que empiezan a deshacerse será rápido.

3.

Si se usa el microondas, ponerlas cinco minutos a máxima potencia. Abrir, mezclar y dar otros cinco minutos. Pasado este tiempo las ciruelas deberían estar.

4.

Tostar las nueces en una pequeña sartén o en el microondas: se puede incluso poner el platito encima del recipiente donde se están haciendo las ciruelas, aunque las nueces necesitarán 20 segundos como mucho.

5.

Preparar los cuencos: distribuir en el fondo el labneh -simple o con un poco de azúcar-, dos o tres cucharadas de las ciruelas cocidas encima y alrededor unos frutos secos, acabando con un poco de canela en polvo o azúcar.

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