El Gobierno “iniciará las acciones legales pertinentes” si no se investiga la “filtración” de los mensajes de Sánchez
El Ejecutivo cree que los mensajes son irrelevantes pero ve gravísima su filtración

Dentro del Consejo de Ministros no hubo ninguna mención al asunto de los mensajes de Pedro Sánchez con José Luis Ábalos publicados por El Mundo, según varios de los presentes. Tanto el presidente como los ministros, incluida la aludida en algunos de esos mensajes, la de Defensa, Margarita Robles, a la que el jefe del Gobierno llamaba “pájara” en uno de esos intercambios con Ábalos, hicieron como si nada y siguieron con los temas previstos, entre ellos el más destacado es el cambio del mandato del fiscal general, que pasará a cinco años para darle más independencia. Pero la cuestión sí estuvo en comentarios de pasillo y sobre todo monopolizó la rueda de prensa, donde los dos representantes del Gobierno, Pilar Alegría y Félix Bolaños, mostraron la indignación del Ejecutivo por la publicación de unos mensajes privados del presidente del Gobierno.
Bolaños, ministro de Justicia, aseguró que de momento el Gobierno no se va a mover, porque espera que sea la justicia quien inicie una investigación de oficio ante la filtración de unos mensajes que estaban en dos memorias USB requisadas por la UCO en casa de Koldo García, principal colaborador de Ábalos. Pero si los jueces no actúan, entonces el Gobierno sí denunciará el caso para que se investigue cómo han podido llegar esos mensajes, que no tienen relación directa con la causa, al conocimiento público. El Gobierno evitó en varias ocasiones responder a la pregunta de si siente que le están haciendo un chantaje, y tampoco quiso aclarar si apuesta por la hipótesis de que ha sido una filtración de la UCO, que tenía los documentos, o si ha sido el propio Ábalos o Koldo García, que también los poseían.
En los mensajes, Sánchez y el entonces secretario de organización del PSOE comentan cuestiones de actualidad, y el presidente le pide que presione a los barones más críticos para que se alineen con la dirección. En otros intercambios, ambos comentan una intervención televisiva de Margarita Robles y Sánchez bromea: “Yo creo que se acuesta con el uniforme, es una pájara”. En otros, el presidente critica al entonces vicepresidente y líder de Podemos: “Qué torpe es Iglesias, lo suyo no es maldad, es estulticia”. En otros, más recientes, después de la salida del Gobierno, Sánchez le agradece mensajes de felicitación de cumpleaños y también le dice: “He echado de menos muchas veces trabajar contigo, también tu amistad”. “Te escribo para trasladarte mi solidaridad ante los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios”, le escribe en otra ocasión. No hay mensajes después de que estallara el caso Koldo en febrero de 2024, cuando, según La Moncloa, se rompió todo o. Sánchez ordenó entonces a Santos Cerdán que convenciera a Ábalos para que asumiera su responsabilidad política y dejara el acta de diputado, pero el exministro se negó y acabó en el Grupo Mixto y con un proceso abierto de expulsión del PSOE.

El Gobierno vive la cuestión como un nuevo paso en la operación de acoso y derribo contra el presidente. “Hay que poner esto en la gravedad que tiene, no hay límites para los ataques a Pedro Sánchez”, señaló Bolaños. “Esta violación de su privacidad puede suponer un comportamiento delictivo. Si no hubiera investigación judicial, iniciaremos las acciones judiciales pertinentes”. Alegría, que tuvo un lapsus y llamó a Bolaños “ministro Ábalos”, remató: “Es muy grave, son conversaciones privadas. Suponen un ataque al derecho a la intimidad del presidente. Estamos hablando de mensajes que no tienen que ver con ninguna causa judicial abierta. Es deseable que el Estado de derecho funcione como en todas las ocasiones, y más ante unos hechos de esta gravedad”.
Alegría esquivó expresamente las preguntas sobre el posible responsable de la filtración. “No vamos a señalar a nadie”, insistió. El Gobierno sostiene que no saben quién ha sido. Si fuera la UCO, es un delito claro. Pero si fuera Ábalos no, porque son conversaciones suyas, más allá del juicio político o moral. En cualquier caso, el Gobierno cree que nada de lo publicado tiene trascendencia y asegura que Sánchez nunca le mandó ningún mensaje comprometido a Ábalos sobre ningún tema oscuro, ni mucho menos delictivo, por lo que no hay ninguna inquietud de fondo. Alegría fue clara en este sentido: “El contenido de los mensajes son absolutamente intrascendentes, a estas alturas, que el presidente dé las gracias porque le feliciten el cumpleaños... El PP quiere continuar con esta oposición de casquería. Si creen que con esta confrontación nos van a desviar de lo importante, que abandonen toda esperanza. Tenemos un país que bate récords de empleo”, insistió. “Todos hemos podido leer el contenido de los mensajes, y son intrascendentes. No sé qué veríamos en las conversaciones de los que estamos en la sala”, señaló en otra pregunta mirando a los periodistas con una sonrisa. “Vamos a esperar que se abra esa investigación judicial que damos por hecha. Si no se abre en un plazo razonable, iniciaríamos las acciones. Queremos llegar hasta el final”, insistió Bolaños.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
