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Carlos Fabra, ante el tribunal popular que le juzga por cohecho: “Soy un deudor, no tengo dónde caerme muerto”

El exdirigente del PP afirma que los 360.000 euros que le transfirió el otro acusado, Álex Debón, son de un préstamo que no ha podido devolver por su situación fiscal y no a una ‘mordida’ por los patrocinios de Aerocas

Carlos Fabra con su hija Andrea a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Castelló, el pasado lunes.

“Soy un deudor. No tengo dónde caerme muerto”. Así ha justificado el expresidente de la Diputación de Castellón y del PP de esta provincia, Carlos Fabra, por qué no ha devuelto al expiloto Álex Debón, junto al que está siendo juzgado por cohecho, los 360.000 euros que éste le prestó “para que pudiera pagar sus abogados y evitar entrar en la cárcel”, ha destacado el deportista. Una cantidad que tanto la fiscalía como la acusación particular vinculan a una “recompensa” por los patrocinios deportivos de los que se benefició el expiloto por parte de la gestora del aeropuerto de Castellón, Aerocas, presidida por Fabra, y dirigidos a promocionar la infraestructura en la equipación, campeonatos y eventos de la empresa Motosport69, que dirigía Debón.

Los dos acusados han prestado declaración este martes, en la segunda sesión del juicio por jurado celebrado en la Audiencia Provincial de Castellón, tras la conclusión de las pruebas testificales.

La fiscalía pide para ellos tres años y tres meses de cárcel al considerar que los cinco pagos transferidos por Debón a una cuenta bancaria del exlíder del PP responden a una comisión ilegal a cambio del patrocinio de Aerocas.

Sin embargo, ambos procesados han incidido en sus declaraciones en que el montante corresponde a un préstamo, que según Debón fue solicitado por el expolítico para afrontar la defensa ante el juicio por fraude fiscal que finalmente le condenó en 2013 a cuatro años de prisión y al pago de una multa de 1,4 millones.

Carlos Fabra ha asegurado a preguntas únicamente de su abogado y ante el jurado popular, que lo reclamó por los “problemas fiscales” que arrastraba. “Necesitaba tesorería, tenía mis cuentas embargadas”, ha dicho, y por ello, dada la “relación de amistad” con el expiloto surgida “a partir de la esponsorización”, le pidió el dinero. Firmó el contrato del préstamo “cuando me vi en un apuro” y ofreció como garantía unas parcelas en la urbanización La Coma de Borriol (Castellón). Ha explicado que Debón rechazó esta opción por motivos fiscales y prefirió la fórmula del préstamo, que recibió por transferencia bancaria. “Si hubiera sido una mordida nadie me la hubiera dado por transferencia bancaria sino en efectivo y en mano; eso desarticula cualquier posibilidad de una mordida. Fueron transferencias legítimamente inscritas y todo lo que se ha dicho posteriormente son absurdas manifestaciones”, ha insistido.

Carlos Fabra ha afirmado que incumplió el contrato para la devolución del préstamo al no poder hacerle frente, ni siquiera con las parcelas puestas en garantía, que Hacienda “me había embargado, dejándome sin patrimonio” y ha asegurado que lo siente. “En el momento en el que pueda responder se lo devolveré. Comprendo perfectamente la demanda que me puso. No comparecí porque no tenía ni dinero para comparecer. Soy un deudor del señor Debón. No le he podido desembolsar porque no tengo dónde caerme muerto”, ha incidido el que fuera hombre fuerte del PP en Castellón.

Visiblemente alterado, Álex Debón, que sí ha accedido a responder a todas las partes, ha ratificado ante la fiscal haber realizado entre 2010 y 2011 las cinco transferencias bancarias, por un importe global de 360.000 euros, a la cuenta bancaria de Fabra. “Me pidió ayuda económica para poder defenderse en los tribunales, pagar abogados y no entrar en la cárcel y en aquel momento yo disponía de dinero y así lo hice”, ha asegurado. Ha reconocido, bajo insistencia de la fiscal, la relación de amistad con el exmandatario. “Amistad, íntima no, porque no me acuesto con él”, ha espetado.

Debón ha reconocido que el documento del préstamo se hizo tras abonar la primera cantidad. “Confiaba en el señor Fabra, yo estaba compitiendo y debía concentrarme en darle al mango. Tenía un equipo jurídico y me aseguraron que haciendo el contrato a posteriori, teniendo las transferencias, era suficiente”. Fue en noviembre de 2011 cuando, a instancias de una inspección de la Agencia Tributaria, se hizo el documento de parte del préstamo y otra parte se plasmó en un documento en 2014.

“Confié todos mis ahorros a la persona equivocada: ese fue el error”, ha reseñado Debón ante la acusación particular en alusión a Fabra. Ha denunciado el seguimiento policial. “Tenía a la UCO vigilando mi casa y el teléfono pinchado”. En 2016, cuando fue interrogado por la Guardia Civil, ha asegurado que estalló: “No quería ni verlo -ha vuelto a referirse a Fabra- y lo único que tenía era ganas de matar a alguien”, ha dicho sobre el impago de los 360.000 euros que le adeuda el expolítico.

Sobre el patrocinio, Debón ha indicado que fueron a buscarle Carlos Fabra, Juan García Salas (que era director general de Aerocas) y Gerardo Camps (exvicepresidente del Gobierno valenciano) y ha lamentado que se le pagara con cuatro años de retraso y un descuento. “Tarde, mal y nunca”, ha apostillado.

En la segunda sesión del juicio han comparecido también en calidad de testigos seis ex del consejo de istración de Aerocas: Gerardo Camps, José Luis Villanueva, Ricardo Bayona, Vicent Aparici, Vicente Rambla y Victoriano Sánchez.

Han explicado que los contratos que llegaban al consejo, entre ellos el del patrocinio con Debón, ya estaban firmados y los consejeros los ratificaban o tomaban razón de los mismos, a excepción de Vicent Aparici, que ha dicho que “hasta que no los aprobaba el consejo, los contratos no se llevaban adelante”.

El entonces director del aeropuerto, Juan García Salas, ha señalado que los contratos requerían una firma “mancomunada dos a dos” es decir, de dos de las personas que tenían poderes, entre ellos él y Carlos Fabra, además de otros tres consejeros. En el caso del contrato de patrocinio de Debón, ha explicado, se firmó antes del consejo de istración porque la urgencia del equipo de motociclismo de inscribirse en un campeonato. Luego se llevó al consejo de istración y se ratificó por unanimidad, ha apostillado.

A propuesta del ministerio fiscal ha declarado una inspectora de Hacienda que ha indicado que el contrato privado que aportó Debón a Hacienda por los préstamos le “llamó la atención” por varias carencias o características que no poseía y suelen figurar en estos contratos, pero, a preguntas de la defensa de Debón, ha reconocido que un contrato privado no tiene obligación de contar con esos extremos.

El juicio continuará este miércoles con la exposición de los informes de las partes, que darán pie a la deliberación del jurado.

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